Paul McCartney Q&A - Electric Arguments

miércoles, 31 de diciembre de 2008

Question 1: The title of the album is Electric Arguments. Does this suggest that the creative dynamic between you and Youth is one of a challenging nature? Or is there another story to the title?

PM:The truth behind the title is that it's a phrase I pulled out from an Allen Ginsberg poem. It's as simple as that. It seemed to fit the spirit of the album.

2:Was there a conscious decision this time to include vocals?

PM:Yeah, it was a conscious decision. We wanted to go somewhere else to keep it exciting and it was quite interesting because I hadn't written any songs for the album, so we had to improvise them each day and even though it was slightly scary it was really exciting learning to walk that tightrope.

3:Electric Arguments has been described as a cross between Arcade Fire and Led Zeppelin, would you consider that a fair call?

PM:I think it's a compliment I'm happy to accept. Both are cool sources of music so that's ok by me.

4:It's a very eclectic album - is that something you had in mind when you started the album or did it take a life of its own?

PM:Yeah, it took on a life of its own. We made one or two decisions like that we would include vocals, which led us towards the song aspect of the album. Each day we would look at what the day had brought and incorporate those feelings into the track. Sometimes we wanted to get heavy and sometimes we were more in sea shanty mode.

5:Much has been made of the one-day limit per song during the recording process, just how did the time limit actually affect the end result?

PM:It wasn't a strict rule, it was just that we were working so fast that things only seemed to need a day to get done. It did mean that it was exciting coming in the next day and looking at what we had done the previous day. Then we just spun off that.

6:Will The Fireman ever play live?

PM:There is a good chance he might. I'll ask him.

7:In 1998 you described the sound of The Fireman as, "Ambient dreams in rainbow arches". In 2008 how would you sum up The Fireman?

PM:The Fireman takes your hand and leads you through the blaze to places you didn't know you wanted to go.

8:As tends to happen with Paul McCartney songs, there has already been much speculation about what these songs might be about, but you made the lyrics up as you went along - how did that process work?

PM: People have always read into my lyrics and found in them more than I ever intended. This time around I dipped into poetry books, mainly those of the beat poets of the 60s, and looked for inspiration and words that I could take and make my own. Eventually this process would lead to a full song.

9:How is this different to a PM solo record?

PM:The original idea of The Fireman was to feel completely free in a studio atmosphere and this is something I've been interested in since Sgt Pepper, where we gave ourselves alter egos to achieve the same effect. It gives you the feeling that anything is possible and stops you being too serious.

10:The first two Fireman albums were released on EMI. This time The Fireman are going the indie route. Is that exciting for you?

PM:I'm interested in anything that keeps the process fresh, so to work with new people means that I'll be exposed to new ideas and this keeps the excitement alive for me.

Paul McCartney: About The Fireman

Paul McCartney habla de los Beatles, de Lennon, de Internet, de las multinacionales y de The Fireman, el grupo experimental que creó en los noventa y que ahora resucita.Paul McCartney ha resucitado The Fireman , su colaboración con el productor y ex bajista de Killing Joke, Youth, que parió dos discos electrónicos en los años noventa. El tercer trabajo, Electric Arguments, que llega hoy a las tiendas, incluye trece cortes, compuestos y grabados en trece jornadas a lo largo de trece meses.
Con estilos eclécticos, desde baladas e himnos gospel al blues y los ambientes espaciales y discotequeros, este disco se reconoce entre la mejor cosecha del ex Beatle en los últimos tiempos.
Por primera vez, Fireman ha descubierto su voz, aunque al vocalista, el propio McCartney, no se le reconoce en algunos temas. El despiste es intencionado: el protagonista adopta distintos personajes y tan pronto simula ser un locutor de radio como el mismo Tom Waits.
Fireman significa bombero, y, ayer, Macca encontró el local apropiado para presentar su nueva aventura a la prensa internacional. En una vieja estación de bomberos reconvertida en bar, al sur del londinense río Támesis, estuvo cerca de hora y media contestando preguntas.
Aquí presentamos el balance de la sesión con el bombero Sir Paul.

¿Qué tipo de incendios apaga Fireman?
Fireman crea fuego, no apaga incendios. Es un pirómano con buenas intenciones.

¿Cómo descubrió la voz y las letras de los trece temas?
Los dos discos anteriores son instrumentales, en un solo acorde, que evocan algo muy transcendental e hipnótico. Introdujimos esta vez más acordes, lo cual abrió todo el proyecto hacia una nueva dimensión. Youth me sugirió que añadiera voz a la música, pero yo no había preparado ninguna letra. Empecé a dar voces y, más tarde, a entonar palabras entresacadas de libros de poesía. Así surgieron las canciones. Fireman descubrió su voz experimentando.

¿Qué autores eligió?
Poemas de Allen Ginsberg, William Burroughs y otros autores de la generación Beat. Elegí palabras al azar. Sabía que funcionarían porque las fuentes son buenas. En cierta forma, utilicé la técnica del collage empleada por William Burroughs.

¿Ha encontrado en Youth el socio creativo que no tiene desde los Beatles?
Me gusta trabajar con Youth. Me resulta muy fácil porque tiene una buena actitud frente a la vida. Compartimos gustos y aficiones. Es una relación que ha crecido orgánicamente. Una experiencia buena en su primera fase, en los noventa, se ha convertido en este disco en una asociación creativa. He aprendido a confiar en su opinión. Sé que siempre extraerá o seleccionará lo mejor que hay en mí. Llegado a este grado de confianza, me resultó muy sencillo explorar mi creatividad. Me gustan las colaboraciones, pero has de admirar a la persona con la que colaboras.

¿A los 66 años, es arriesgado emprender un rumbo alternativo a su marca Paul McCartney?
Cuanto más éxito acumulas y más trabajos produces, la gente tiende a creer que es arriesgado hacer algo distinto. Yo no lo veo así. Para mí, lo esencial es mantener la ilusión y disfrutar con lo que haces. Todavía me siento privilegiado de poder tocar la guitarra en el estudio. El entusiasmo me empuja hacia delante y del riesgo sólo me doy cuenta cuando el proyecto llega al público. Lo mismo nos pasó con Sgt. Peppers. No creímos que era un trabajo arriesgado hasta que el disco salió a la calle. Me gusta empujar fronteras. Es lo que me mantiene fresco.

Electric Arguments sale con un cuadernillo de dibujos y pinturas.
Sí, la misma idea está detrás del trabajo artístico y de la música. Ambos son procesos totalmente libres, sin ningún racionamiento profundo ni constricciones. Fue una experiencia muy liberadora.

¿Cómo surgió la idea de adoptar distintos tonos de voz en cada canción?
Es un viejo truco. Lo utilizamos en Sgt. Peppers, la banda que creamos sin revelar que éramos los Beatles. Es liberador grabar una canción pretendiendo que eres otro personaje. Además, la voz de Fireman no ha de ser la de Paul McCartney, sino la de Fireman. Hablando con Youth en el estudio, yo imitaba, por ejemplo, la voz de un pinchadisco
o pretendía cantar como Tom Waits. Al final de la jornada estás harto del personaje y con ganas de hacer algo distinto. Es divertido, interesante y algo que no hago muy a menudo. Te lleva a sitios que nunca habrías imaginado que pudieras alcanzar. A Linda le gustaba coger el coche y conducir sin rumbo firme. Aquí retomo esa idea de perderte por distintas carreteras. Conviene descontrolar un poquito, dejarte llevar y sorprenderte a ti mismo.

¿Qué le llevó a romper con EMI después de cuatro décadas de colaboración?
No soy un disidente, pero creo que las multinacionales no tienen idea de lo que está sucediendo hoy día. Con la cultura de las descargas, están zozobrando. Cuando terminé el disco anterior, me dio pánico sentarme en el despacho de esos tipos una vez más. Tome la decisión correcta, pues EMI cambió de propietarios poco después y me habría pillado en el medio de la movida. La plantilla de artistas de las multinacionales es tan grande que simplemente eres uno más. Y esa no es la situación ideal. A uno le gusta sentirse entre los mejores amigos. Por eso firmé con una independiente. Y este disco lo sacamos con un sello incluso más pequeño. Me gusta la libertad que aseguran a los artistas. También parecen más interesados en los discos.

Electric Arguments se puede adquirir en ITunes. ¿Cuándo va ser posible comprar discos de los Beatles por Internet?
Haríamos lo que fuera para que llegaran pronto a la Red, pero algo tan grande como los Beatles supone negociaciones muy duras. Estamos en ello, pero hay un par de flecos que han parado todo el proceso. En EMI quieren algo que no podemos darles. Espero que todo se resuelva.

Con este disco se le compara con Jack White, Arcade Fire, entre otros artistas. ¿Le importa?
No me importa que me comparen, siempre que el artista sea bueno. Yo también escucho a U2 en Electric arguments.

¿Es cierto que hay planes para lanzar el tema inédito de los Beatles, Carnival of Light?
Intenté publicarla en la Antología de los Beatles, pero no nos pusimos de acuerdo. A dos no les convenció, y para publicar algo de los Beatles, las cuatro partes han de estar de acuerdo. El tema es algo bastante vanguardista y extraño. En los sesenta me pidieron que hiciera algo para un espectáculo llamado Carnival of light. Estábamos en el estudio grabando el White album y pedí al grupo que me concedieran 15 minutos para dar rienda suelta a un capricho. Bailamos en corro, golpeamos cosas y gritamos; y eso se convirtió en Carnival of light. Funcionó bien en el espectáculo, que era una fiesta hippy en el Round House. Dura 15 minutos y no es exactamente una canción.

¿Quién era más experimental en los sesenta, Lennon o tú?
No me gusta compararme con John, pero quizás yo tuve más oportunidades de introducirme en el mundo experimental. Yo vivía solo en Londres, mientras que John estaba casado y residía en el campo. En la ciudad conocí a mucha gente interesante, pero eso no me hizo más experimental que John.

¿Qué opina de los concursos de televisión?
Hay demasiados concursos. Cada vez que enciendes la tele se está juzgando a alguien, ya sea sobre hielo, en el escenario, en la jungla. Es extraño. No estoy muy interesado en ellos, pero como todo el mundo, los veo. En todo caso, no creo que vaya a salir un Bob Dylan de esos concursos.

January 2009, Paul McCartney Interview: a preview.

(tomado de: http://blog. prospectblogs. com/author/ jonathan- power/)

Prospect's interview between Paul McCartney and his old school-friend Jonathan Power has made headlines around the world. Read the first 1,000 words for free here.

Whatever Paul McCartney says or does is news. In September, when he went to give a concert in Israel—making up for the Beatles concert that the Israeli government forbade at the last moment, 43 years ago—he was attacked by some pro-Palestinian critics for ”singing to the enemy.” No matter the ”enemy” audience was perhaps 20 per cent Arab, or that he also used his trip to visit Edward Said’s music school on the West Bank.

When he sang, he also—in his trademark low-key, non-preachy way—pointed his audience in the direction of compromise and healing. One of the prices of Paul’s fame is to see his honest words and thoughts twisted almost out of recognition. I saw this happen close up last week when my long conversation with him was published (http://www.prospect -magazine. co.uk/article_ details.php? id=10568) in Prospect. It seems that the press has a mindset about the McCartney-John Lennon relationship that demands anything that Paul says be squeezed into a mould—even if the words don’t really fit at all.

The story was spun a certain way in the British newspapers, led by the "Sunday Times" (http://entertainmen t.timesonline. co.uk/tol/ arts_and_ entertainment/ music/article533 8153.ece) . Then the wire service, "Associated Press" (http://www.google. com/hostednews/ ap/article/ ALeqM5gNDeRtudnU -j1hgz-6CQ57eHTC iAD9536ASO0) , carried the story around the world, where it was printed in literally hundreds of papers. One report, and the world is given misleading information by editors too uncaring or unmotivated or just plain lazy to make a call to Prospect to ask for the original wording.

Not one journalist called me. The fact is that the interview carries not a word of rivalry with John Lennon. Nor does it say anything about which Beatle discovered the Vietnam war first, (the main themes of the Sunday Times/AP story). There is no foundation for the allusions the story made to McCartney’s (mythical) claim, at Lennon’s expense, to have written the best of the Beatles’ tunes. The interview runs to about 5,000 words. The discussion on the Vietnam war is perhaps a dozen lines of that. There is one mention of Lennon—when Paul describes how he returned from a conversation with Bertrand Russell to tell the other three what he had heard from the old philosopher about the evils of the war in Vietnam.

I met Paul at the Liverpool Institute High School for Boys over 50 years ago. We were classmates. We played cricket together and I witnessed the first Beatles’ concert when he and George Harrison (in the year behind us) played for our class on the the last day of school. We yelled like groupies! We have stayed in touch. In May, I sent Paul the column that I wrote on the newspaper hype about the 40th anniversary of the student rebellion in Paris. We decided to meet and discuss our lives and what had made us want to fight racism and war. We met twice and talked—about school, the Vietnam war, the civil rights movement, right through to the Russian invasion of Georgia.

On the way we discussed literature and the impact of FR Leavis on the writing of “Eleanor Rigby” and Paul’s feelings on the likelihood that his songs will still be sung in 500 years’ time. Paul is a self-effacing, intelligent man. He may grab the spotlight on the stage. But he has no need to twist history. And neither should the press when reporting on him.

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Discuss this preview at First Drafts, Prospect 's blog I went to school with Paul McCartney in Liverpool nearly 50 years ago, and we have remained friends, albeit distant, ever since. I joined the school a few months after most of the boys in my class. Alan Durband, our form master, asked Paul to make me feel at home. And he did just that. It was an act of kindness I remembered long after. I knew how boys could be. The Liverpool Institute High School for Boys was then the city's top state grammar school, drawing some middle class but, in the main, the brightest of the working class and lower middle class—one of our old boys, Charles Glover Barkla, won the Nobel prize for physics.

The Institute was the choir school of Liverpool cathedral. Paul auditioned for the choir but didn't get in—apparently the music teacher didn't think he was good enough. Another Beatle, George Harrison, was in the year below Paul. (John Lennon and Ringo Starr were educated elsewhere in the city—at Quarry Bank grammar school and Dingles secondary modern respectively.)

The Liverpool Institute closed in 1985. Eleven years later, Paul opened the Liverpool Institute for Performing Arts, a fame academy for aspiring artists, on the site. Paul is not known for his political views—John was always thought of as the political Beatle. But having been a political journalist for most of my life I wanted to talk to Paul about, among other things, the great political events of our lifetimes. I wanted it to be a casual conversation, like two old men sitting on a bench reminiscing about school days and some of the things that have happened since.

***

JONATHAN POWER: In different ways, me as a journalist you as a rock star, we have both had a ringside seat on the last 50 years—the 1960s, Vietnam, Nixon, Thatcher, Blair, the end of the cold war, Iraq and so on. But let's start with the second world war. In your classical work of 17 years ago, the Liverpool Oratorio, you included a lot of wartime memories.

PAUL McCARTNEY: Yes. My dad had a hearing defect and couldn't join the army, so he was in the fire service which was pretty hazardous because Liverpool was bombed heavily. He was quite a jovial guy and didn't talk about it much himself. But I did know about incendiary bombs and so on. And I remember sirens; I was born in 1942. I remember there being a kind of gung-ho spirit about the war. Later on during our teenage years, my first reaction was to say I'm a pacifist. But then I also knew that if we had been invaded I would have defended my country, my family—the animal instinct in me would have taken over. I have experienced it in minor ways on my farm when, for example, a ram butted one of the kids and I attacked him back. The animal in me said, "How bloody dare you! Right, mate!" and I had a go at him.

POWER: The second world war is seen by most people as a good war. But the first world war is generally regarded as a stupid mistake—and one that led to most of the horrors of the 20th century. Most wars, with good sense, can be avoided. We all know Iraq could have been avoided…

McCARTNEY: There was a very strong feeling after 9/11 that America had to do something. But I always felt that Bush struck out at the wrong boy in the playground… It could have been avoided, yes.

POWER: I remember reading that your blood was up after 9/11 and that—because of your father—you identified with the firemen who risked their lives at the World Trade Centre, but looking back, do you think you allowed your passion to overrun?

McCARTNEY: Definitely, yes. I think everyone did. I was in New York at the time. I was just taking off at exactly 8.50am and it was one of those memorable announcements from the captain: "Those of you on the right-hand side of the aircraft will notice there has been an accident and this has delayed our takeoff." I assumed it had been a runaway plane, as happened once before when someone had a heart attack at the controls. I just thought, "Oh God, it's gone into the Twin Towers and they are both on fire." Being there, the worry then was "When is the next attack coming?" It was not just fear, it was more "How organised are these people? Are they going to poison the water?" There was a mood to be exploited. I have become quite cynical about how some of these recent wars have been started. Georgia is another example: I had been due to play a concert there in September. I had done a concert in Ukraine and afterwards I met the President of Georgia, Mikheil Saakashvili, at a little lunch party in Kiev given by the promoter. He invited us to go to Georgia to play and I was happy to do that. I like reaching out, particularly to the eastern bloc. They love these concerts; it symbolises freedom for them. I had done Moscow, St Petersburg and, as I say, Kiev. But then I was on holiday in early August and I picked up a New York Times, looked at it and went "my God, what's going on here?" I rang my promoters and they said, "No, the Georgia concert is off." Then a bit later I was talking to people and I suddenly go click in my mind—I am not normally one for conspiracy theories, but we were in the middle of the presidential election. It was McCain, and Obama, Hillary was out of the running, and I did think "conspiracy theory"—you know the Skull and Bones club that Bush was part of at Yale. What do those guys do in a secret society? What do they cook up? I thought, faced with a situation in which McCain looks as if he is losing they might just say to Saakashvili, "Look you have a couple of regions up there that are playing up, why not do something about this? Why not tick them off and if you need military help we are right behind you, we will help you out."

To read the full version of this 5,000-word interview, buy the latest issue of Prospect from newsagents throughout the UK until the end of January 2009; or take out an online subscription now to access every article in every issue of Prospect from anywhere in the world instantly.

With A Little Help From My Friends

lunes, 29 de diciembre de 2008

Aunque haga calor y algunas cosas te pesen dentro de la mente,
siempre hay un impulso superior, por sobre todas las cosas,
algo que a lo que no se dar nombre,
pero que empuja...
mastica sin morder...
apura y no atropella.

Generalmente va de la mano con las cosas que nos dan gusto.
Con un buen disco... probablemente el Sgt.Pepper's Lonely Hearts Club Band,
ese disco inmenso que nos exige descanso una vez terminada la escucha
por que ahoga de tan grande que es.
Porque te inunda de sensaciones de otro tiempo,
porque apreta el pecho a cada paso que da.
Ese disco inmenso de esos tiempos en que el arte
era maravilloso y también lo era el público.
Porque pasan los años y sigue siendo curioso y fresco,
porque los sonidos se entrelazan entre las voces y orquestas y guitarras y pianos
y el ritmo sosteniendo todos los respiros.
Porque llega Within You Without You y todos gracias a ese tema entendemos
que Harrison no jodía cuando experimentaba con sonidos hindues en Revolver.

Ese impulso superior va generalmente atado a hechos que nos fortifican
y muchas veces, en lo personal, siento que a veces nos alimentamos de nuestra propia energia y usamos un hecho particular como excusa para esa sensación de bienestar.
Excusas como:
Un mate bien cebado.
Un collar que te recuerda determinada situación de vacaciones...
Un anillo que casi perdes y ahora ni siquiera tenes en los dedos pero lo ves cada vez que abris el cajón.
Un pantalón que se rompió el día que te tiraste a empujar el buscapié dentro del área chica y metiste el gol del empate.
Los nenes. Los nenes cuando notas que aprenden y rien y no entienden nada y eso es genial... no entender nada. No sufrir nada. Llorar y dejar de llorar casi intuitivamente para recuperar el cariño del grande que siempre afloja.
Una foto. Una foto de la cámara a rollo que le sacaste a tu perro cuando recién llegaba y vos lo odiabas porque venía a "reemplazar" a tu otro perro que se había muerto, entonces lo culpabas al pobre cachorro porque te parecía que nada podía ser más hermoso que aquel anterior, que se había ido y vos eras chico y no entendías y llorabas y aprendías a odiar a Dios por un rato.
Un recuerdo, básicamente un recuerdo de algo hermoso, o algo triste que superaste y ahora vas caminando y recordando como si fueras mucho más superior que lo que eras en aquel entonces. Y gracias a Dios que todavía podés sonreír.
Gracias a Dios que tenés memoria y podes gozar de tu glorioso presente,
del viento que respiras cuando llegas amanecido a la última esquina antes de tu casa
y ya estás pensando en tu cama, o en permanecer despierto hasta la noche en caso
que el cuerpo esté de acuerdo!
Una guitarra. Una canción. Una buena ejecución del tema que compusiste y te tiene entusiasmado porque componer y estar inspirado es tanto como estar enamorado y concentrar toda la energía en el sentimiento intenso de la vida y despreocuparse... o preocuparse peor y tener miedo.
Tener miedo.
Tener frio y miedo y sentirse solo. A veces también eso nos lleva a sonreír y a cobrar fuerzas y a pensar... "MIERDA! Que tengo que estar así a esta edad! A mover el culo!"
y te levantás con ganas de no sentirte tan solo y te juntas con gente o con discos o con mascotas y todo es una excusa para decir que "quien-sabe-que" te puso de buen humor.
Creo que la solución está en poner siempre una excusa para ponerse mejor.

"Estoy arreglando un agujero en el que la lluvia se filtra,
así dejo de preguntarme hacia donde va"

:)

Living In The Material World

martes, 23 de diciembre de 2008


I've heard how some people,

have said that I've changed

That I'm not what I was

How it really is a shame

The thoughts in their heads,

Manifest on their brow

Like bad scars from ill feelings

they themselves arouse

So hateful of anyone that is happy

or 'free'

They live all their lives,

without looking to see

The light that has lighted the world

It's funny how people, just won't

accept change

As if nature itself - they'd preferre-

arranged

So hard to move on

When you're down in a hole

Where there's so little chance,

to experience soul

I'm greatful to anyone,

that is happy or 'free'

for giving me hope

while I'm looking to see

The light that has lighted the world

GRACIAS GEORGE!

Beatles 1968

lunes, 22 de diciembre de 2008









Sin rótulos y a la libre expresión del sentimiento!!!

viernes, 19 de diciembre de 2008

Cuando no hay rótulos uno puede
decir o dejar de decir
lo que quiere
cuando,
cómo,
donde
y ante quien
se le
de la gana.

Sin condicionar
sus formas
ni sus juicios
por el miedo
a romper el vínculo.

Sin sentirse culpable
después de haber
dicho
o hecho
tal o cual
cosa.

Cuando no hay rótulos
ni una postura catalogada
uno puede limitarse a vivir,
y eso no es
tan limitado
cuando uno sabe:
cómo,
cuando,
donde,
y
ante quien.

Henry Chinaski se descubre, y a Katherine

" (...) Salí de la cafetería y observé el panel de llegadas. El avión llegaba a su hora. Katherine estaba en el cielo viniendo hacia mí. Me senté y aguardé. Enfrente mío había una mujer de muy buena catadura leyendo un peródico. Su vestido se le quedaba bastante subido alrededor de los muslos, enseñando toda aquella ijada, auqella pierna espléndida envuelta en nylon. ¿Por qué insistía en hacer eso? Yo estaba con un periódico, y espiaba por encima, subiendo por su vestido. Tenía unos muslos de fábula.
¿Quién estaría beneficiándose de aquellos muslos? Me sentía como un idiota fisgando de aquel modo, pero no podía remediarlo. Era un monumento. Una vez había sido una niñita, algún día estaría muerta, pero ahora me estaba enseñando la cima de sus piernas. La maldita calientapollas, le daría un centenar de embestidas. Le daría veinticinco centímetros de púrpura palpitante! Cruzó sus piernas y el vestido se retrayó más aún. Levantó la vista de su períodico. Sus ojos se clavaron en los mios que miraban asomados por encima de mi períodico. Su expresión era de indiferencia. Abrió su bolso y saco una barra de chicle, quitó la envoltura y se lo metió en la boca. Chicle verde. Empezó a mascar el chicle verde y yo contemplé su boca. No se bajaba la falda. Sabía sin embargo que yo estaba mirando. No había nada que yo pudiera hacer. Abrí mi cartera y saqué dos billetes de cincuenta dólares. Ella levantó la vista, miró los billetes y volvió a lo suyo. Entonces un gordo cayó como un bombazo a sentarse junto a mí. Tenía una cara muy roja y una nariz masiva. Llevaba un traje marrón claro que olía a charcutería. Se tiró un pedo. La dama se bajo el vestido y yo guardé los billetes en mi cartera. Se reblandeció mi polla, me levanté y fuí a la fuentecilla de agua.
Afuera en la pista el avión de Katherine estaba tomando tierra. Me puse a esperar en la puerta. Katherine, te adoro.
Apareció Katherine, perfecta, con su pelo marrón rojizo, su ligero cuerpo, con un traje azul que volaba mientras ella andaba, zapatos blancos, finos y tiernos tobillos, juventud. Llevaba un sombrero blanco de ala ancha caída hacia abajo hasta el punto justo. Sus ojos miraban al mundo desde debajo del ala, amplios, marrones y risueños. Tenía clase. Nunca andaría enseándo el culo en los asientos del área de espera de un aeropuerto.
Y allí estaba yo, con casi cien kilos de peso, perpetuamente confuso y perdido, con piernas cortas, tronco de simio, todo pecho, sin cuello, cabeza demasiado grande, ojos embotados, pelo despeinado, metro noventa de carne petrificada esperándola.
Katherine vino hacia mí. Toda aquella limpia cabellera marrón rojiza. Las mujeres de Texas eran tan relajadas, tan naturales. La besé y pregunté por su equipaje. Sugerí hacer una parada en el bar. Las camareras llevaban unos vestidos cortos de color rojo que enseñaban sus bragas blancas de encaje. Los escotes eran muy bajos para mostrar las tetas. Se ganaban de verdad el sueldo, se ganaban las propinas, hasta el último céntimo. Vivían en los suburbios y odiaban a los hombres. Vivían con sus madres y hermanos y estaban enamoradas de sus psiquiatras.
Acabamos nuestras bebidas y salimos a por el equipaje de Katherine. Unos cuantos hombres trataron de llamar su atención, pero ella caminaba pegada a mí, cogida de mi brazo. Pocas mujeres hermosas deseaban mostrar en público que pertenecían a algún hombre. Había conocido a bastantes mujeres para poder asegurarlo. Yo las aceptaba por lo que eran, y el amor venía difícilmente y muy raras veces. Cuando ocurría era normalmente por razones equivocadas. Uno simplemente se cansaba de estar manteniendo apartado el amor y lo dejaba venir porque a algún lado tenía que ir. Entonces, normalmente, venían muchos problemas."

Hold on World

Creo que me estoy alejando integramente del mundo y acercandome al universo, o algo por el estilo y menos utópico que me hace sentir como des-integrado del-suelo.
Me siento volatil mentalmente y con energias acumuladas que todavia no se animan a estallar. No estoy mal! Creo que aprendí que un único ser humano puede contagiar un contexto entero con su energía... y aprendí que mantenerla lo más positiva posible puede hacer mucho bien al correr de los dias y a todo lo que nos rodea. Es una especie de balance energico que muchas veces es dificil mantener porque uno por su cuenta no puede obrar sobre el resto sino (y solamente) sobre si mismo... la idea es que todos aprendamos a estar positivamente energicos y entendamos que no todo lo que nos irrita es tan importante al lado de otras cosas.
Me siento como mareado tambien de influencias sonoras y literarias.
Estoy en medio de un proceso de grabación... tributo a Donovan.
Me la paso escuchando la música-de-siempre y retomé a Bukowsky.
Volví a enamorarme de Let It Be (álbum y pelicula)
Lo mismo pasó con Revolver.
Deseé como de chico encontrar el Dvd de Lennon Live in Washington... ese de la chaqueta militar y los anteojos azules... el de Imagine comiendo chicle y los gritos en Well Well Well.
Estuve expectante.
Estuve impaciente.
Estuve nervioso y también en paz.
Aprendí a sonreír en medio del Caos!
Se me apagó la PC y me importó un huevo.
Perdí tomas que creía buenas en mis proyectos de grabación y decidí que mejor, así las grababa mejor.
Y no es que intente dar un mensaje digno de gurú-premio-nobel,
sino remarcar que a veces lo que nos parece trágico o negativo es simplemente un hecho intrascendente.

Y los dejo ahora con algo de Bukowsky sobre las mujeres y eso de separarse un poco del mundo...

" (...) No hice gran cosa el resto de la semana. Fui al hipódromo dos o tres veces y perdí siempre. Escribí un cuento verde para una revista porno, también 10 o 12 poemas, me masturbé y llamé a Sara y a Debra todas las noches. Una noche llamé a Cassie y se puso un hombre. Adiós, Cassie.
Pensé en las rupturas, lo difíciles que eran, pero normalmente sólo cuando rompías con una mujer podías encontrar otra. Tenía que probar mujeres para llegar a conocerlas bien, entrar en ellas. Poía inventarme personajes masculinos porque yo era uno, pero las mujeres ara mí eran imposibles de ficcionalizar sin antes conocerlas. Así que las exploraba lo mejor que podía y encontraba dentro de ellas seres humanos. Entonces me olvidaba de la literatura, el hecho de escribir se quedaba en segundo término y a mí me poseía el episodio en sí. Cuando se acababa, la literatura era el residuo que quedaba de ello. Un hombre no necesitaba tener una mujer para sentirse real, pero no estaba mal conocer unas cuantas. Así, cuando el asunto se ponía mal, podía sentir lo que de verdad significaba sentirse solo y enloquecido, y así podía saber qué es lo que debería aportar cuando llegase el propio final.
Yo era sentimental respecto a muchas cosas: unos zapatos de mujer bajo la cama; unas horquillas olvidadas; la manera como decían "voy a hacer pipí"...; cintas de pelo, pasear por el bulevar con ellas a la una y media de la tarde, sólo dos personas caminando juntas; las largas noches bebiendo y fumando, hablando; las discusiones; los pensamientos de suicidio; comer juntos y sentirse bien; las bromas, la risa saliendo de ninguna parte; sentir milagros en el aire; estar juntos en un coche aparcado; comparar pasados amores a las tres de la madrugada; que te dijeran que roncabas, oirlas roncar; madres, hijas, hijos, gatos, perros; algunas veces la muerte y otras el divorcio, pero siempre yendo adelante, siguiendo a través, leyendo a solas un periódico y comiendo un triste sandwich sintiéndo náuseas porque ella ahora estuviese casada con un dentista tartamudo; hipódromos; parques, picnics; incluso cárceles; sus estúpidos amigos, tus estúpidos amigos; tu bebida, sus bailes; tus flirteos, sus flirteos; sus píldoras, tus polvos con otras personas y ella haciendo lo mismo; dormir juntos...
No había juicios que hacer, aunque por necesidad uno tuviera que seleccionar. Más allá del bien y del mal era una cosa buena en teoría, pero para ir viviendo uno tenía que elegir: algunas eran más agradables que otras, otras simplemente estaban más interesadas en ti, y en ocasiones el exterior hermoso y el interior frío eran necesarios para polvos sangrientos y sin clemencia, como en una sangrienta y mierdosa película. Las simpáticas jodían mejor, la verdad, y después de pasar un tiempo con ellas parecían más hermosas, porque lo eran. Pensé en Sara, tenía algo extra. Si simplemente no estuviese Drayer Baba sosteniendo ese maldito signo de DETENTE."

9 de Octubre 1940 - 8 de Diciembre 1980

lunes, 8 de diciembre de 2008



Lennon, por siempre en nuestros corazones
y a traves del universo
emocionando, guiando y despertando a cada generación.


Gracias por tanto John!

Yes Is The Answer

martes, 2 de diciembre de 2008



and you know that, for sure.


:)