Santa María...

sábado, 22 de diciembre de 2007

Le tendí la mano,
la sostuve un rato...
apretando, pero suave.
Me olvide de todo el resto.
Permanecí de ese modo como si nada existiera alrededor,
siempre mirandola a los ojos.
Ella con mirada cansada,
pero sin perder un solo miligramo de dulzura,
también me miro.

y yo por mi parte,
todavía no sabía como llorar.

De hecho creo que después de eso,
baje a buscar golosinas a la maquina automática
que tragaba las monedas.



hoy, me acordé de vos.

0 comentarios: