Hold on World

viernes, 19 de diciembre de 2008

Creo que me estoy alejando integramente del mundo y acercandome al universo, o algo por el estilo y menos utópico que me hace sentir como des-integrado del-suelo.
Me siento volatil mentalmente y con energias acumuladas que todavia no se animan a estallar. No estoy mal! Creo que aprendí que un único ser humano puede contagiar un contexto entero con su energía... y aprendí que mantenerla lo más positiva posible puede hacer mucho bien al correr de los dias y a todo lo que nos rodea. Es una especie de balance energico que muchas veces es dificil mantener porque uno por su cuenta no puede obrar sobre el resto sino (y solamente) sobre si mismo... la idea es que todos aprendamos a estar positivamente energicos y entendamos que no todo lo que nos irrita es tan importante al lado de otras cosas.
Me siento como mareado tambien de influencias sonoras y literarias.
Estoy en medio de un proceso de grabación... tributo a Donovan.
Me la paso escuchando la música-de-siempre y retomé a Bukowsky.
Volví a enamorarme de Let It Be (álbum y pelicula)
Lo mismo pasó con Revolver.
Deseé como de chico encontrar el Dvd de Lennon Live in Washington... ese de la chaqueta militar y los anteojos azules... el de Imagine comiendo chicle y los gritos en Well Well Well.
Estuve expectante.
Estuve impaciente.
Estuve nervioso y también en paz.
Aprendí a sonreír en medio del Caos!
Se me apagó la PC y me importó un huevo.
Perdí tomas que creía buenas en mis proyectos de grabación y decidí que mejor, así las grababa mejor.
Y no es que intente dar un mensaje digno de gurú-premio-nobel,
sino remarcar que a veces lo que nos parece trágico o negativo es simplemente un hecho intrascendente.

Y los dejo ahora con algo de Bukowsky sobre las mujeres y eso de separarse un poco del mundo...

" (...) No hice gran cosa el resto de la semana. Fui al hipódromo dos o tres veces y perdí siempre. Escribí un cuento verde para una revista porno, también 10 o 12 poemas, me masturbé y llamé a Sara y a Debra todas las noches. Una noche llamé a Cassie y se puso un hombre. Adiós, Cassie.
Pensé en las rupturas, lo difíciles que eran, pero normalmente sólo cuando rompías con una mujer podías encontrar otra. Tenía que probar mujeres para llegar a conocerlas bien, entrar en ellas. Poía inventarme personajes masculinos porque yo era uno, pero las mujeres ara mí eran imposibles de ficcionalizar sin antes conocerlas. Así que las exploraba lo mejor que podía y encontraba dentro de ellas seres humanos. Entonces me olvidaba de la literatura, el hecho de escribir se quedaba en segundo término y a mí me poseía el episodio en sí. Cuando se acababa, la literatura era el residuo que quedaba de ello. Un hombre no necesitaba tener una mujer para sentirse real, pero no estaba mal conocer unas cuantas. Así, cuando el asunto se ponía mal, podía sentir lo que de verdad significaba sentirse solo y enloquecido, y así podía saber qué es lo que debería aportar cuando llegase el propio final.
Yo era sentimental respecto a muchas cosas: unos zapatos de mujer bajo la cama; unas horquillas olvidadas; la manera como decían "voy a hacer pipí"...; cintas de pelo, pasear por el bulevar con ellas a la una y media de la tarde, sólo dos personas caminando juntas; las largas noches bebiendo y fumando, hablando; las discusiones; los pensamientos de suicidio; comer juntos y sentirse bien; las bromas, la risa saliendo de ninguna parte; sentir milagros en el aire; estar juntos en un coche aparcado; comparar pasados amores a las tres de la madrugada; que te dijeran que roncabas, oirlas roncar; madres, hijas, hijos, gatos, perros; algunas veces la muerte y otras el divorcio, pero siempre yendo adelante, siguiendo a través, leyendo a solas un periódico y comiendo un triste sandwich sintiéndo náuseas porque ella ahora estuviese casada con un dentista tartamudo; hipódromos; parques, picnics; incluso cárceles; sus estúpidos amigos, tus estúpidos amigos; tu bebida, sus bailes; tus flirteos, sus flirteos; sus píldoras, tus polvos con otras personas y ella haciendo lo mismo; dormir juntos...
No había juicios que hacer, aunque por necesidad uno tuviera que seleccionar. Más allá del bien y del mal era una cosa buena en teoría, pero para ir viviendo uno tenía que elegir: algunas eran más agradables que otras, otras simplemente estaban más interesadas en ti, y en ocasiones el exterior hermoso y el interior frío eran necesarios para polvos sangrientos y sin clemencia, como en una sangrienta y mierdosa película. Las simpáticas jodían mejor, la verdad, y después de pasar un tiempo con ellas parecían más hermosas, porque lo eran. Pensé en Sara, tenía algo extra. Si simplemente no estuviese Drayer Baba sosteniendo ese maldito signo de DETENTE."

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