Paul McCartney: About The Fireman

miércoles, 31 de diciembre de 2008

Paul McCartney habla de los Beatles, de Lennon, de Internet, de las multinacionales y de The Fireman, el grupo experimental que creó en los noventa y que ahora resucita.Paul McCartney ha resucitado The Fireman , su colaboración con el productor y ex bajista de Killing Joke, Youth, que parió dos discos electrónicos en los años noventa. El tercer trabajo, Electric Arguments, que llega hoy a las tiendas, incluye trece cortes, compuestos y grabados en trece jornadas a lo largo de trece meses.
Con estilos eclécticos, desde baladas e himnos gospel al blues y los ambientes espaciales y discotequeros, este disco se reconoce entre la mejor cosecha del ex Beatle en los últimos tiempos.
Por primera vez, Fireman ha descubierto su voz, aunque al vocalista, el propio McCartney, no se le reconoce en algunos temas. El despiste es intencionado: el protagonista adopta distintos personajes y tan pronto simula ser un locutor de radio como el mismo Tom Waits.
Fireman significa bombero, y, ayer, Macca encontró el local apropiado para presentar su nueva aventura a la prensa internacional. En una vieja estación de bomberos reconvertida en bar, al sur del londinense río Támesis, estuvo cerca de hora y media contestando preguntas.
Aquí presentamos el balance de la sesión con el bombero Sir Paul.

¿Qué tipo de incendios apaga Fireman?
Fireman crea fuego, no apaga incendios. Es un pirómano con buenas intenciones.

¿Cómo descubrió la voz y las letras de los trece temas?
Los dos discos anteriores son instrumentales, en un solo acorde, que evocan algo muy transcendental e hipnótico. Introdujimos esta vez más acordes, lo cual abrió todo el proyecto hacia una nueva dimensión. Youth me sugirió que añadiera voz a la música, pero yo no había preparado ninguna letra. Empecé a dar voces y, más tarde, a entonar palabras entresacadas de libros de poesía. Así surgieron las canciones. Fireman descubrió su voz experimentando.

¿Qué autores eligió?
Poemas de Allen Ginsberg, William Burroughs y otros autores de la generación Beat. Elegí palabras al azar. Sabía que funcionarían porque las fuentes son buenas. En cierta forma, utilicé la técnica del collage empleada por William Burroughs.

¿Ha encontrado en Youth el socio creativo que no tiene desde los Beatles?
Me gusta trabajar con Youth. Me resulta muy fácil porque tiene una buena actitud frente a la vida. Compartimos gustos y aficiones. Es una relación que ha crecido orgánicamente. Una experiencia buena en su primera fase, en los noventa, se ha convertido en este disco en una asociación creativa. He aprendido a confiar en su opinión. Sé que siempre extraerá o seleccionará lo mejor que hay en mí. Llegado a este grado de confianza, me resultó muy sencillo explorar mi creatividad. Me gustan las colaboraciones, pero has de admirar a la persona con la que colaboras.

¿A los 66 años, es arriesgado emprender un rumbo alternativo a su marca Paul McCartney?
Cuanto más éxito acumulas y más trabajos produces, la gente tiende a creer que es arriesgado hacer algo distinto. Yo no lo veo así. Para mí, lo esencial es mantener la ilusión y disfrutar con lo que haces. Todavía me siento privilegiado de poder tocar la guitarra en el estudio. El entusiasmo me empuja hacia delante y del riesgo sólo me doy cuenta cuando el proyecto llega al público. Lo mismo nos pasó con Sgt. Peppers. No creímos que era un trabajo arriesgado hasta que el disco salió a la calle. Me gusta empujar fronteras. Es lo que me mantiene fresco.

Electric Arguments sale con un cuadernillo de dibujos y pinturas.
Sí, la misma idea está detrás del trabajo artístico y de la música. Ambos son procesos totalmente libres, sin ningún racionamiento profundo ni constricciones. Fue una experiencia muy liberadora.

¿Cómo surgió la idea de adoptar distintos tonos de voz en cada canción?
Es un viejo truco. Lo utilizamos en Sgt. Peppers, la banda que creamos sin revelar que éramos los Beatles. Es liberador grabar una canción pretendiendo que eres otro personaje. Además, la voz de Fireman no ha de ser la de Paul McCartney, sino la de Fireman. Hablando con Youth en el estudio, yo imitaba, por ejemplo, la voz de un pinchadisco
o pretendía cantar como Tom Waits. Al final de la jornada estás harto del personaje y con ganas de hacer algo distinto. Es divertido, interesante y algo que no hago muy a menudo. Te lleva a sitios que nunca habrías imaginado que pudieras alcanzar. A Linda le gustaba coger el coche y conducir sin rumbo firme. Aquí retomo esa idea de perderte por distintas carreteras. Conviene descontrolar un poquito, dejarte llevar y sorprenderte a ti mismo.

¿Qué le llevó a romper con EMI después de cuatro décadas de colaboración?
No soy un disidente, pero creo que las multinacionales no tienen idea de lo que está sucediendo hoy día. Con la cultura de las descargas, están zozobrando. Cuando terminé el disco anterior, me dio pánico sentarme en el despacho de esos tipos una vez más. Tome la decisión correcta, pues EMI cambió de propietarios poco después y me habría pillado en el medio de la movida. La plantilla de artistas de las multinacionales es tan grande que simplemente eres uno más. Y esa no es la situación ideal. A uno le gusta sentirse entre los mejores amigos. Por eso firmé con una independiente. Y este disco lo sacamos con un sello incluso más pequeño. Me gusta la libertad que aseguran a los artistas. También parecen más interesados en los discos.

Electric Arguments se puede adquirir en ITunes. ¿Cuándo va ser posible comprar discos de los Beatles por Internet?
Haríamos lo que fuera para que llegaran pronto a la Red, pero algo tan grande como los Beatles supone negociaciones muy duras. Estamos en ello, pero hay un par de flecos que han parado todo el proceso. En EMI quieren algo que no podemos darles. Espero que todo se resuelva.

Con este disco se le compara con Jack White, Arcade Fire, entre otros artistas. ¿Le importa?
No me importa que me comparen, siempre que el artista sea bueno. Yo también escucho a U2 en Electric arguments.

¿Es cierto que hay planes para lanzar el tema inédito de los Beatles, Carnival of Light?
Intenté publicarla en la Antología de los Beatles, pero no nos pusimos de acuerdo. A dos no les convenció, y para publicar algo de los Beatles, las cuatro partes han de estar de acuerdo. El tema es algo bastante vanguardista y extraño. En los sesenta me pidieron que hiciera algo para un espectáculo llamado Carnival of light. Estábamos en el estudio grabando el White album y pedí al grupo que me concedieran 15 minutos para dar rienda suelta a un capricho. Bailamos en corro, golpeamos cosas y gritamos; y eso se convirtió en Carnival of light. Funcionó bien en el espectáculo, que era una fiesta hippy en el Round House. Dura 15 minutos y no es exactamente una canción.

¿Quién era más experimental en los sesenta, Lennon o tú?
No me gusta compararme con John, pero quizás yo tuve más oportunidades de introducirme en el mundo experimental. Yo vivía solo en Londres, mientras que John estaba casado y residía en el campo. En la ciudad conocí a mucha gente interesante, pero eso no me hizo más experimental que John.

¿Qué opina de los concursos de televisión?
Hay demasiados concursos. Cada vez que enciendes la tele se está juzgando a alguien, ya sea sobre hielo, en el escenario, en la jungla. Es extraño. No estoy muy interesado en ellos, pero como todo el mundo, los veo. En todo caso, no creo que vaya a salir un Bob Dylan de esos concursos.

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